Es una técnica innovadora en Portugal para el tratamiento de las hernias de los discos invertebrales, sobre todo en la región cervical y lumbar.
Se trata de una técnica mínimamente invasiva, "no quirúrgica", que consiste en la aplicación de una fuente de energía de plasma a través de un sistema avanzado de fibra óptica en una ubicación muy precisa del disco herniado, bajo control imagiológico de alta definición. El objetivo es reducir la tensión intradiscal, obligando a la hernia del disco a retornar a su posición inicial, con consecuente alivio de la tensión sobre los nervios y, consecuentemente, del dolor. No implica la disección de músculos o de la remoción quirúrgica del disco y está exenta de las habituales complicaciones de la cirugía.
Es una técnica extremadamente segura, exenta de riesgos o complicaciones, con plazo corto de internamiento hospitalario (máximo 2 días) y que permite un rápido regreso a las rutinas de vida diaria y profesional.